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Pon un ratón etu vida

Wilfred salta desde la ventana al suelo y se dirige con rapidez hacia la cocina. Su pelaje está todo erizado por la curiosidad que siente. La caja moviente no deja de moverse. Ésto es lo más excitante que ha ocurrido en la vida de Wilfred desde hace por lo menos un mes. ¡Pocas veces se encontraba una caja de "Cheerios"con vida propia! Una vez que se encuentra en la cocina Wilfred no puede evitar maullar por curiosidad. De repente la caja se deja de mover y un silencio absoluto invade la cocina...excepto por los ronquidos que provienen del salón, donde Samuel sigue durmiendo. De repente cuando Wilfred ya está debajo de la mesa, la caja de cereales cae derramando su contenido sobre Wilfred. Éste al ver los cheerios que caen sobre él como una lluvia de piedrecitas se tapa la cabeza con sus zarpas. Cuando parece que ha dejado de llover cheerios Wilfred vuelve a mostrar su cara asustada; pero algo continúa sobre su cabeza. De repente un ratón regordete, gris oscuro y de ojos marrones se asoma sobre la cara de Wilfred mirándole fíjamente a los ojos. Wilfred, sobresaltado, reacciona violentamente saltando al aire y lanzando al ratón lejos. Éste cae en medio del lavabo (caja de arena) de Wilfred. La sorpresa de Wilfred se transforma en rabia y se acerca con las uñas sobresalidas hacia su caja. Piccollino, el nombre de este ratón de cara bonachona, se encuentra en medio de la arena sucia. Se levanta, ve a Wilfred, y dice que es un poco guarro..que podría limpiar su caja un poco. Wilfred, siguiendo su instinto felino, levanta su zarpa preparando su ataque. Piccolino se agarra a una de las uñas del gato y la utiliza para salir de la caja. Luego le dice: "¡Bueno por lo menos tienes modales y me ayudas a salir de ese meadero!" WIlfred furioso pero sin saber como reaccionar sigue al ratón. Éste empieza a recoger "cheerios" del suelo comiéndoles golosamente. Mientras tanto va hablando solo. Le dice a Wilfred que se alegra de ver que compartirá el piso con alguien ya que se había mudado hace poco y se sentía un poco solo. Ante esto WIlfred salta delante de Piccolino y enseñando sus largos colmillos blancos le dice: "Yo no voy a compartir mi casa con nadie! Éste es mi piso y tu vas a ser mi ofrenda para los Atunelli." Piccolino, ignorándole, recoge otro cheerio le aparta empujándole por el colmillo y le dice que ya se acostumbrará a compartir. Wilfred cada vez más histérico le dice que no. Piccolino se gira se pone en pie y le pregunta a Wilfed si acaso no conocía las ventajas de tener un ratón en su vida. Wilfred no sabe que decir. En ese momento Piccolino recoge un palillo y dice: "Te lo demostraré".

2 comentarios

jlori -

Corrijan las erratas, comenzando por el título.

jlori -

Usen espaciado de párrafos.